jueves, 4 de junio de 2009

Recuerdos de mi infancia (Relato ganador Tercer Premio del XXI Concurso de Redacción Jóvenes Periodistas)

¡ El tío “er” salchichón se
ha “llevao” mi pelota !
¡ El tío “er” salchichón se
ha “llevao” mi pelota !
¡ El tío “er” salchichón se
ha “llevao” mi pelota

La mañana era fría , húmeda ,pero lleno de ilusión, llegaba “ er” tío salchichón. Todos los días los niños del cortijo íbamos al tajo, cada uno recogíamos la poca aceituna que podía con la ilusión de comprarnos unas tortas o chucherías. Las madres compraban algún embutido y objetos de menaje que nos eran indispensables acompañábamos a la destartalada furgoneta con esta cantinela.


Recuerdo la misteriosa desaparición de una pelota el día que venia el tío “er” salchichón. La escuela se acabó en diciembre, cuando la aceituna empezaba en Alcaudete y duraba hasta Abril en algún lugar de la Subbética Cordobesa, Cabra, Lucena, Rute…El cortijo de la Armenta era ciego, misterioso, lúgubre y frío, o al menos nos lo parecía. Hacíamos de “canguros” de los niños de la cuadrilla, a nuestros nueve años nos hacían mayores para el cargo. La tarde era opaca y oscura; mientras las mayores terminaban la jornada en el tajo, asustados por lo oscuro de la tarde y solos que estábamos, nos refugiamos en una pequeña habitación, esperando el regreso de nuestros padres. Uno de los niños pequeños empezó a vomitar, creo que por la claustrofobia. Nos pusimos muy nerviosos, gritábamos y pataleábamos, y en un alarde de valentía empujamos el portón y salimos a esperar a nuestros padres.



Estábamos ateridos de frío y miedo en el campo, pero el regreso de los aceituneras nos llenó de seguridad Doña Antonia, mi maestra, pedía voluntarios para aplicar “zz” en las cabezas más infectadas de piojos, después de Semana Santa, regresábamos al colegio. En mi afán de sentirme útil, me prestaba voluntaria para la desparasitación y el reparto de leche en el colegio. En las materias de la escuela estaba muy atrasada y me ponía de mal humor el ir más atrasada que los demás, que no iban a la aceituna… me sentía inferior.


A los once años encaré a mi padre y le dije: -Ya no voy más a la escuela, me voy con vosotros a la vendimia – y como tenia cuerpo de mujer ganaría como mis padres-. La dureza de la vendimia me superaba, pero como palos con gusto saben a peras… yo no me quejaba, y como mi padre me avisó de la dureza , nunca dije nada. Aun recuerdo el frío de la mañana, las largas jornadas de sol a sol entre racimos y húmedas pámpanas… el inolvidable sabor de las gachas, suavizaba mi mal trecha decisión de no ir a la escuela. Lejos quedan los recuerdos de mi niñez, los trabajos en una fábrica de conservas y dulces, en la sempiterna aceituna que cada año llega sin falta, levantando unas expectativas que nunca se cumplen, mi matrimonio, mis hijos…


-Patro, ¿ nos muestras tu trabajo? Levantando un poco la voz, Miguel, mi profesor de informática, me pide que muestre mi trabajo de PowerPoint a la clase. Siento una mezcla de miedo y ansiedad por acudir a estas clases que me hacen sentir otro tipo de persona, mucho mas integrada en el mundo de hoy donde hasta mis hijos criados con muchos más medios que yo me piden opinión sobre tablas insertadas en el Word para un trabajo en la universidad. Estaba absorta en mis pensamientos… recordaba el camino que había recorrido hasta aquí. Nunca pensé que trabaría nuevamente amistad con el colegio, con los ordenadores, y la verdad es que cada semana siento una mezcla de miedo y ansiedad por acudir a estas clases.
María del Patrocinio Ballesteros Vallejo
Alumna de Informática I S.E.P.E.R "Juan de Alcaudete"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

FELICIDADES TEMERECES ESO Y MAS ERE

COGONUDA

Mar de Luz dijo...

Un relato precioso y llenos de recuerdos inolvidables.
Mis felicitaciones por tu premio y por la valentia de apostar por el campo sabiendo la dureza que ello conlleva y aún más cuando se es una niña.
Enhorabuena también a Miguel por despertar las inquietudes de aquellos que las tienen y quieren saber.
Un saludo

ANA MARIA dijo...

PATRO SOY ANA TE FELICITO POR TU RELATO ENHORABUENA AMIGA